Archivo | octubre 2012

UN CAMBIO DE PERSPECTIVA…

Solemos asociar la presencia del profesional de la psicología con los problemas Y síntomas que nos limitan en la vida cotidiana…

Hay un aspecto para tener en cuenta que no necesariamente ha de implicar un «padecimiento» y es el que tiene que ver con momentos de la vida en los que no se está a gusto, alguna inquietud, incomodidad, insatisfacción, duda de estar en el camino deseado…

Si te sucede cualquiera de estas cosas, si te interesa realizar una travesía para encontrarte mejor contigo mismo, si necesitas cambiar tu perspectiva,

NO DUDES EN CONSULTARME.

TRASTORNO BIPOLAR

De qué hablamos cuando hablamos del trastorno bipolar?
El trastorno bipolar se manifiesta por oscilaciones del estado de ánimo que van desde una etapa de euforia extrema a otra de depresión, también extrema; ambas ocurren sin que sea necesario que haya algún motivo que las provoque. Es una alteración del mecanismo que regula los estados de ánimo.
Puede aparecer en cualquier momento de la vida aunque es más común que se manifieste entre los 15 y 25 años.
Es una enfermedad crónica, recurrente y episódica; se controla con medicación. Tiene un componente hereditario, lo que nos permite afirmar que heredarla es posible, aunque no necesariamente ocurra.
Lo indicable, una vez tenemos el diagnóstico es el tratamiento psicofarmacológico acompañado de psicoterapia.
Cuáles son los signos a tener en cuenta para sospechar que la persona padezca trastorno bipolar?
Marcadas fases de cambios bruscos en el estado de ánimo. No sólo hablamos de fases sino que además cuando se manifiestan los picos son extremos.
En la fase maníaca, es notoria la euforia,un exceso de energía, hiperactividad, velocidad del pensamiento, puede haber aumento del impulso sexual, compra compulsiva, menor necesidad de descanso, pueden aparecer nuevos proyectos ambiciosos o con poco anclaje en la realidad.
Por el contrario,durante la fase depresiva existe un aumento en la necesidad de dormir, pérdida de interés por el exterior, ansiedad, apatía, pesimismo, hipersensibilidad, llanto, agotamiento, una baja en la autoestima y hasta ideas de muerte.
Si bien lo característico en esta patología son los ciclos, podemos encontrarnos con momentos mixtos, en donde los signos de ambas fases se entrecruzan o pueden manifestarse de manera menos notoria.
La importancia de un buen diagnóstico nos permite acompañar al paciente en el tratamiento de la enfermedad con el fin de anticiparnos a su evolución y dar las indicaciones oportunas para mejorar su calidad de vida. Tenemos que tener en cuenta que, al tratarse de una enfermedad recurrente, el tratamiento farmacológico será para toda la vida.
Como cualquier enfermedad que no reciba tratamiento adecuado, la persona que padezca trastorno bipolar sin la adecuada medicación y tratamiento, empeorará.
Qué aporte extra ofrece la psicoterapia? Acompaña al paciente a poner un orden en su vida, conociendo mejor su enfermedad y estar atento a los signos que aparecen con cada fase para tener recursos que le permita controlarla mejor y posibilita un trabajo en forma conjunta con los familiares del paciente para orientarlos.
Lo importante como profesionales es velar por el paciente y ésta es una de las patologías que requiere un trabajo de equipo interdisciplinario entre el profesional que hace el seguimiento de la medicación y el psicoterapeuta.

CONTROL Y PREVENCIÓN DEL STRESS

La palabra «stress» tiene un significado bastante amplio, cualquier acontecimiento que genere un cambio en nuestra vida ya sea para mejorar o no, puede provocar stres y el ritmo de vida que llevamos en la actualidad nos hace más propensos a padecerlo.

Podemos reconocer dos tipos de síntomas:

Los subjetivos: ansiedad, depresión, alteraciones de sueño, conducta agresiva.

Los objetivos: enfermedades físicas.

Más allá del tipo de manifestación, coincidimos con que es un malestar generalizado cuya población de riesgo se encuentra entre las personas que tienen un ritmo de vida intenso.

Tenemos tres momentos en la manifestación del stress: un primer momento que funciona como alarma en donde se puede notar un incremento de la tensión muscular.  El segundo momento se caracteriza por la aparición de la ansiedad, tensión y finalmente, el consecuente agotamiento, que coexiste con síntomas de hipertensión, úlceras, cefaleas, etc.

Empresaria destacó.Aeropuerto de Barcelona, pasadizo con viajeros

A corto plazo el cuerpo reacciona adaptándose a los síntomas, a pesar del malestar el cuerpo responde de manera funcional.  En el caso de sostenerse los síntomas en el tiempo, la salud comienza a deteriorarse y aparecen los problemas crónicos.

Lo importante es responder a los llamados de atención del cuerpo y poder detenerse a tiempo para consultar con un especialista que pueda orientarnos en los pasos a seguir para implementar una serie de cambios en nuestra vida con el fin de no perdernos en el intento.

Foto antigua de un reloj con manecillas marcandoPiedras de spa con clavel salvaje.

Lic. Marcela S. Pereyra

Psicóloga

Col. 19259

Móvil: 651 821 085

web: http://www.marcelapereyra.com